El emplazamiento del antiguo Palacio de Cortés. ¿Una fortaleza medieval en Cuernavaca?

Abstract

A más de 500 años de la conquista de la capital mexica a manos de un reducido grupo de españoles al mando de Hernán Cortés, se ha escrito relativamente poco sobre el papel que jugó la zona geográfica de la antigua Cuauhnáhuac, al sur de la Ciudad de México, a pocas leguas de la capital. A través de una lectura de la cartografía histórica y actual (Cuevas Olascoaga 2022), y una comprensión del asedio que se desarrolló en los pueblos cercanos a Tenochtitlan, podemos entender mejor cómo se concibió la conquista española de este imperio y el papel que jugó dicho lugar de Cuauhnáhuac en la caída de Tenochtitlan.

En aquel entonces, Cortés se encontró con una ciudad situada en un terreno montañoso que él describió como inexpugnable, defendida por el grupo prehispánico de los tlahuicas, quienes ocupaban el territorio de la antigua Cuauhnáhuac. Tras una serie de enfrentamientos y la posterior caída de este pueblo, Cortés aseguró su retaguardia y obtuvo el apoyo de los grupos locales en los últimos días del asedio y la conquista de la gran capital.

Después de la conquista, Cortés construyó un edificio en este territorio, hasta cierto punto fortificado gracias a las barreras naturales. En este ensayo, exploraremos criterios importantes que nos permitirán analizar y reflexionar sobre la verdadera naturaleza de este antiguo “Palacio de Cortés”. Nos preguntaremos si dicha edificación tenía un propósito más allá de servir como residencia para la producción de azúcar y otros recursos agrícolas y animales, o si es posible que en todo momento Cortés la consideró como una edificación fortificada para el caso de una probable defensa de sí mismo, de su familia y de su patrimonio. A lo largo de este ensayo, desglosaremos elementos clave que permitirán al lector formar su propia opinión en respuesta a este intrigante cuestionamiento.